En los últimos años, la decoración industrial se ha convertido en una de las tendencias más populares en el mundo del diseño de interiores. Esta corriente nació en Nueva York en la década de los 50, cuando artistas y bohemios comenzaron a habitar fábricas abandonadas en busca de espacios más amplios y económicos. Con el paso del tiempo, estas fábricas convertidas en viviendas dieron lugar a una nueva forma de decorar que hoy en día sigue siendo muy valorada por su estética única y su funcionalidad.

La decoración industrial se caracteriza por su estilo rudo, austero y funcional. Los espacios se diseñan para que muestren su desnudez, sus materiales suelen ser metálicos y sus acabados, gruesos y artesanales. El objetivo es crear un ambiente que trasmita un sentimiento de autenticidad, de belleza cruda y de una estética acogedora que promueva el relax y la creatividad.

A continuación, analizaremos los puntos más importantes y valiosos que nos ofrece la decoración industrial.

El uso de materiales desnudos

La decoración industrial se caracteriza por la exposición de los materiales desnudos, es decir, materiales que normalmente se esconderían o se camuflarían, pero que en este caso, se exhiben para que muestren su belleza natural. Es común ver el ladrillo visto, el concreto, el acero y la madera sin tratar, como protagonistas de los espacios industriales.

La utilización de materiales desnudos es una forma de jugar con la estética y la función, mientras se resaltan las líneas de la arquitectura. Al igual que los grandes artistas como Michelangelo, los diseñadores de interiores industriales saben que algo tan simple como la exposición del material puede crear una obra maestra.

La combinación de texturas

La decoración industrial se caracteriza por una mezcla de diferentes texturas. La utilización de estructuras de acero y madera es fundamental en estos espacios para lograr esa sensación de una obra en construcción.

La combinación de texturas se convierte en un elemento clave para generar una estética e interés visual en el espacio. Además, la estética industrial puede incorporar, sin restricciones, distintas texturas y superficies; logrando un toque de mayor personalidad y rigurosidad en la habitación.

La funcionalidad y la simplicidad

La funcionalidad y la simplicidad son dos de las características más importantes de la decoración industrial. No hay espacio para lo superfluo; los espacios se diseñan para ser funcionales y prácticos.

Esta tendencia de diseño tiene mucho que ver con la necesidad de crear espacios durables y resistentes, diseñados para soportar el estrés y la intensidad de la vida diaria. Todo en la decoración industrial está diseñado para que se vea simple y minimalista, pero al mismo tiempo contribuya al equilibrio estético del espacio.

La iluminación

La iluminación es un elemento clave en cualquier habitación. En el diseño de un espacio industrial, es importante lograr una iluminación eficiente y directa mediante el uso de lámparas de metal y luz cruda. Las bombillas o focos se muestran expuestos, de esta manera se crean contrastes y se alcanza un mayor equilibrio entre la belleza y la funcionalidad.

Además, esta iluminación suele tener un papel fundamental en la creación de ambientes más relajados, por tanto la presencia de una iluminación cálida y acogedora se convertirá en un buen complemento para crear espacios donde se sienta a gusto.

La creación de ambientes confortables

A pesar de que la decoración industrial se caracteriza por su aire rudo, esto no significa que sus espacios sean incómodos. Por ello, es importante cuidar la elección de elementos que ayuden a conseguir una mayor sensación de confort.

En el diseño de interiores industrial, los textiles son fundamentales y deberán tener texturas acogedoras que logren la sensación de armonía entre la aspereza y la calidez. El uso de sofás de cuero, cojines de lana y cortinas pesadas puede hacer que un espacio industrial se sienta más acogedor, colocado en los lugares precisos logran el punto necesario para dar comodidad sin perder la estétcia.

Además, la decoración industrial puede fusionarse con otras tendencias de interiorismo. La tendencia industrial se adapta bien a la tendencia vintage, al minimalismo y al estilo bohemio, entre otros, siempre y cuando se respeten las características principales de la tendencia de decoración.

En conclusión, la decoración industrial es una corriente de diseño que se ha mantenido vigente a lo largo de los años gracias a su estética, funcionalidad y sencillez. Esta tendencia se ha adaptado a los cambios del tiempo y a las nuevas necesidades, manteniendo siempre su estética original a través del uso de materiales desnudos, la combinación de texturas y la iluminación adecuada.

Por tanto, si estás buscando un estilo de decoración que sea diferente, innovador y que aporte personalidad a tu hogar, la decoración industrial puede ser lo que estás buscando, ya que con ella, podrás lograr el perfecto equilibrio entre la funcionalidad y la estética.

Valeria Catillo